Resistencia y oposición
Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones:
Espíritu de oposición: grupos, bandos, partidos “de oposición” a cuanto ordene o disponga el superior. Espíritu verdaderamente satánico, que siembra la división y la discordia…
ROYO, Antonio. Op. cit. Pp. 580-581
