casta et meretrix




San Ambrosio de Milán quien acuña la expresión, refiriéndose a Rahab, la ramera de Jericó que salvó de la muerte a los dos espías de Israel que Josué había mandado a la ciudad para evaluar sus defensas. Rahab los escondió en sus aposentos y, como señal de gratitud, ella y su familia salvaron la vida cuando los israelitas tomaron Jericó (Josué 2,1-21; 6,17.22-25).

Pero San Mateo, al establecer la genealogía humana de Jesús, no tiene reparo en mostrar que el Mesías, el Hijo de Dios, desciende según la carne de una cadena humana cuyos eslabones no son siempre puros y santos. Y entre estos eslabones pecadores está Rahab (Mateo 1,5-6). También el autor de la Carta a los Hebreos menciona a Rahab, de quien se alaba su fe (Hebreos 11,31) y el apóstol Santiago la menciona recordando sus obras (Santiago 2,25). Algunos autores han dudado de que se trate de la misma persona, pero ciertamente el obispo Ambrosio sí lo creía, junto con una amplia tradición

cardenal teólogo Giacomo Biffi 1996

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: