Entre los huarpes y cácanos era común el sororato, esto es, el derecho del esposo, al casarse, de unirse también con todas las hermanas menores de su mujer. Los mismos huarpes condenaban a muerte, pena que se cumplía inexorablemente, a las mujeres que osaban mirarlos cuando ellos se hallaban entregados a sus prolongadas borracheras.. Los vencidos (en las guerras constantes) eran muertos o esclavizados
BRINTON, Daniel, La raza americana, Nova, Buenos Aires 1946 57-58, citado por ENRIQUE DÍAZ ARAUJO, Propiedad indigena UCALP La Plata 2009, 96-97
