Se dirá- y es verdad -» que en la antigüedad clásica ya existía el sentimiento filantrópico o el altruista, pero su finalidad apenas se acercaba a lo que se desarrollaría bajo el cristianismo, pues la caridad es el amor al prójimo por amor a Dios, lo que la diferencia de la filantropía. Que había existido la caridad en la antigüedad, nadie lo niega, pero como dice Woods, era distinta a la cristiana, pues <era casi siempre interesada, antes que puramente gratuita. Las construcciones financiadas por los ricos exhibían sus nombres en lugar destacado> , mientras que en la Iglesia el anonimato era casi una ley: <cuando hagas limosna… que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha> (Mt 6,2-4)
THOMAS E. Woods, Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental, Ciudadela, Madrid 2007, 211-229
SANTIACO CANTERA, Historia breve de la caridad y de la acción social de la Iglesia, Voz de Papel, Madrid 2005.
