Argumento ontológico.
Según la famosa formulación que hizo de él San Anselmo de Canterbury, este se enuncia como sigue:
1. Nuestra idea de Dios es la de un ser tan grande que no puede pensarse nada mayor que Él.
2. Pero si ese ser existiese solo en nuestra mente, podría pensarse otro mayor que Él, a saber, un ser que exista en nuestra mente y también en la realidad.
3. Por tanto, este ser del cual no puede pensarse nada más grande no puede existir solo en nuestra mente.
4. Luego, existe también en la realidad.