Cuando oigáis la Misa, dice, acordaos de que es vuestra propiedad
El sacerdote os lo repite, cuando volviéndose a los asistentes, les dice: «Orad, hermanos míos, para que MI SACRIFICIO, que es también VUESTRO, sea agradable a Dios Padre todopoderoso
Persuadidos del valor de vuestro tesoro, preguntad a vuestro querido Maestro: Señor, ¿Cuánto es lo que os debo? ¿Son cien, son mil, son diez mil talentos? Reconozco mi deuda y os la voy a pagar, no por mí mismo, sino por los méritos de vuestro Hijo, presente sobre este altar. Os ofrezco el tesoro que me habéis dado.
• In tesoro de la Misa . c IX
Explicación de la Santa Misa (R Padre Martin de Cochem) año 1630 – 1712
