Nos enseña la misericordia de Dios:
que siempre viene en ayuda del que le invoca: “un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias” (Sal 51,19)

Evangeliza
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Pinterest
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva) Telegram
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) WhatsApp
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) LinkedIn
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva) Reddit
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Tumblr
- Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva) Pocket
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico