Aleluya, aleluya, aleluya.
Enmanuel, rey y legislador nuestro,
ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.
Aleluya, aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Lc 1, 39-45.
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
EN aquellos días, María se levantó y se puso en camino
de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá;
entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de ale- gría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
Palabra del Señor.
