Evangelio según san Mateo, 5: 5- 5 «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados». (v. 5)
Cuando hagas esto, para que seas pobre y manso acuérdate que eres pecador y llora tus pecados. Por eso sigue: «Bienaventurados los que lloran». Con toda propiedad se aplica la tercera bienaventuranza al que llora sus pecados porque la Trinidad es quien perdona los pecados
San Ambrosio, in Lucam, 5,55
