Evangelio según san Mateo, 5: 8- 8 «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios». (v. 8)
El que obra y piensa en todo según la justicia, ve a Dios con su mente, porque la justicia es imagen de Dios. En efecto, Dios es justicia. Debe saberse, por lo tanto, que si alguno se aleja de las malas obras y practica las buenas ve a Dios según esto, poco o mucho, por poco tiempo o para siempre, según la posibilidad humana. En la vida futura, pues, los limpios de corazón verán a Dios cara a cara, no en espejo o enigma como aquí lo ven
Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 9
