Esta devoción a la Santísima Virgen es camino perfecto para ir a Jesucristo y unirse con Él; porque María es la más perfecta y santa de las puras criaturas y Jesucristo, que ha venido a nosotros de la manera más perfecta, no tomó otro camino para viaje tan importante y admirable que María.
El Altísimo, el Incomprensible, el Inaccesible, EL QUE ES ha querido venir a nosotros, gusanillos de la tierra y que no somos nada ¿Cómo sucedió esto?
Ábranme un camino para ir a Jesucristo, embaldosado con todos los méritos de los bienaventurados, adornado con todas sus virtudes heroicas, iluminado y embellecido con todos los esplendores y bellezas de los ángeles y en el que se presenten todos los ángeles y santos para guiar, defender y sostener a quienes quieran andar por él… afirmo con osadía y con toda verdad que antes que tomar camino tan perfecto, prefiero seguir el camino inmaculado de María…, senda o camino sin mancha ni fealdad, sin pecado original ni actual, sin sombras ni tinieblas. Y si mi amable Jesús viene otra vez al mundo para reinar en él -como ciertamente sucederá-, no escogerá para este viaje otro camino que el de María, por quien vino la primera vez con tanta seguridad y perfección.
La diferencia entre una y otra venida está en que la primera fue secreta y escondida, mientras que la segunda será gloriosa y fulgurante. Pero ambas son perfectas, porque ambas se realizan por María. ¡Ay! ¡Este es un misterio que aún no se comprende!
“¡Enmudezca aquí toda lengua!”.
