Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas fue, como lo es hoy, la admiración. Entre los objetos que admiraban y de que no podían darse razón, se aplicaron primero a los que estaban a su alcance; después,avanzando paso a paso, quisieron explicar los más grandes fenómenos, por ejemplo, las diversas fases de la Luna, el curso del Sol y de los astros y, por último, la formación del Universo.Ir en busca de una explicación y admirarse, es reconocer que se ignora.
Y así, puede decirse que el amigo de la ciencia lo es en cierta manera de los mitos, porque el asunto de los mitos es lo maravilloso.
Por consiguiente, si los primeros filósofos filosofaron para librarse de la ignorancia, es evidente que se consagraron a la ciencia para saber, y no por miras de utilidad. El hecho mismo lo prueba, puesto que casi todas las artes que tienen relación con las necesidades, con el bienestar y con los placeres de la vida, eran ya conocidas cuando se comenzaron las indagaciones y las explicaciones de este género. Es, por tanto, evidente que ningún
interés extraño nos mueve a hacer el estudio de la filosofía.
Metafísica Aristóteles
