esa <autoconstrucción> jamás es autónoma, pues la
constante exposición del <sí mismo> se sujeta a la
permanente exposición de los otros y, concretamente,
a la de quienes instituyen las formas válidas de la
anhelada <autoconstrucción> (famosos, influencers,
periodistas, etcétera). Entre bambalinas se abre un
inmenso frente de batalla cultural por la conquista de la
subjetividad que se pretende <hecha a sí misma>
El imparable auge de los libros de <autoayuda> y otros
por el estilo, que son libros que enseñan a vivir, a sentir
y actuar respecto de uno mismo y de los otros, que
enseñan a configurar la propia vida, en formato <hágalo
usted mismo>, es indicativo del ethos hegemónico de la
autoconstrucción. También es indicativo de la farsa de
estas mismas pretensiones de autonomía que se ahogan en la dirección de gurúes de baja calidad. Es divertido advertir que, a principios de la década de 1980, Foucault viera que <la literatura sobre las artes de vivir, el arte de conducirse, persistió durante mucho tiempo y ahora ha desaparecido. En la actualidad ya nadie se atrevería a escribir un libro sobre el arte de ser feliz, el arte de no dejase llevar por la ira, la manera de tener una vida tranquila o alcanzar la felicidad, etc.>
Michel Foucault
