Desierto

Evangelio según san Mateo, 11: 7-10 Después que se marcharon ellos comenzó Jesús a hablar a las turbas acerca de Juan. «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿A una caña agitada por el viento? ¿A un hombre vestido de ropas delicadas? Mirad, los que visten ropas delicadas están en las casas de los reyes;Sigue leyendo «Desierto»

Los Apóstoles saludan la casa con el deseo de la paz; pero no la dan, sino más bien la expresan

Los Apóstoles saludan la casa con el deseo de la paz; pero no la dan, sino más bien la expresan Evangelio según san Mateo, 10: 11- 15 «En cualquier ciudad o villa en que entrareis, preguntad qué persona digna se encuentra en ella, y permaneced en ella hasta vuestra marcha. Saludad, al entrar en laSigue leyendo «Los Apóstoles saludan la casa con el deseo de la paz; pero no la dan, sino más bien la expresan»

Aunque El los llama ovejas

Evangelio según san Mateo, 10: 5- 8 Envió Jesús a estos doce, dándoles las instruccines siguientes: «No vayáis a donde están los gentiles, no entréis en las casas de los samaritanos; id principalmente a las ovejas perdidas de la casa de Israel; id y predicadles que el reino de Dios está próximo; curad los enfermos;Sigue leyendo «Aunque El los llama ovejas»

A través de los objetos inanimados

Evangelio según san Mateo, 9:18-22 Diciéndoles El estas cosas, se le aproximó un príncipe de la sinagoga, y le adoró diciendo: «Señor, mi hija es ahora un cadáver; mas ven, pon tu mano sobre ella y vivirá». Y levantándose Jesús le seguía en compañía de sus discípulos. Y he aquí una mujer, que padecía hacíaSigue leyendo «A través de los objetos inanimados»

La alegría de su presencia

La alegría de su presencia Evangelio según san Mateo, 9: 14- 17 Entonces se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, y le dijeron: «¿ Por qué ayunamos con frecuencia nosotros y los fariseos, y tus discípulos no ayunan?» Jesús les respondió: «¿ Por ventura pueden llorar los hijos de un esposo mientras el esposoSigue leyendo «La alegría de su presencia»

La pequeña barca, a la cual el agua y tormentas arrastra, pero siempre llega a puerto seguro

Evangelio según san Mateo, 9: 1- 8 Subió Jesús en una barquilla, atravesó el lago y llegó a la ciudad. Presentáronle aquí a un hombre paralítico postrado en cama: y Jesús al verle, le dijo: «confia, hijo, tus pecados te son perdonados». Entonces algunos de los fariseos dijeron en su interior: «este hombre blasfema». YSigue leyendo «La pequeña barca, a la cual el agua y tormentas arrastra, pero siempre llega a puerto seguro»

En busca de corazones

Evangelio según san Mateo, 8:28-34 Y cuando Jesús hubo pasado de la otra parte del lago a la tierra de los Gerasenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros; fieros de tal manera, que ninguno podía pasar por el camino. Y empezaron luego a decir a gritos: «¿Qué tenemos nosotros contigo,Sigue leyendo «En busca de corazones»

Ojalá que en nuestra tardía esperanza

Evangelio según san Mateo, 8: 23- 27 Y entrando en una barca, le siguieron sus discípulos. Y sobrevino luego un grande alboroto en la mar, de modo que las olas cubrían la barca. Mas El dormía. Y se llegaron a El sus discípulos y le despertaron, diciéndole: «Señor, sálvanos, que perecemos». Y Jesús les dice:Sigue leyendo «Ojalá que en nuestra tardía esperanza»

Por todas las rendijas

Evangelio según san Mateo, 7: 24- 27 «Pues todo aquél que oye estas mis palabras y las cumple, comparado será a un varón sabio que edificó su.casa sobre la peña. Descendió la lluvia, vinieron los ríos, soplaron los vientos, dieron impetuosamente en aquella casa, y no cayó porque estaba cimentada sobre piedra. Y todo elSigue leyendo «Por todas las rendijas»