La misma santa madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana partiendo de las cosas creadas» (Const. Dei Filius, cap. 2: Dz 1785 = DS 3004; cf. càn. 1: Dz 1806 = DS 3026
