Acerca del número de Evangelistas debe notarse que hubo muchos que escribieron evangelios, como nos lo da a entender San Lucas cuando dice: “Ya que muchos han intentado poner en orden” (1,1). Esto lo atestiguan las obras aun hoy subsistentes que, dadas a luz por diversos autores, han sido fuente de diversas herejías. Tal es el caso del evangelio según los Egipcios, Santo Tomás, San Bartolomé, el de los doce Apóstoles, los de Basilides y Apeles y tantos otros que sería pesado enumerar. Pero la Iglesia, fundada por la palabra del Señor sobre la Piedra, y regada como el paraíso por cuatro ríos, tiene a la vez cuatro anillos y cuatro ángulos por los que es llevada con varas movibles como el arca de la Alianza que guardaba la ley del Señor
San Jerónimo, prologus in Evangelium Matthaei ad Eusebium
