ocurrida el 12 de marzo del 782, a 20 o 25 días de la anterior; se trata del miércoles de la última semana de Jesús, o sea, dos días antes de la Pasión; el arresto y serían fijados para el primer momento favorable
«Se aproximaba la fiesta de los ázimos, llamada Pascua. Y los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban cómo matar a Jesús. Entonces los príncipes y los ancianos del pueblo se reunieron en la sala del gran sacerdote, que se llamaba Caifás, y tuvieron concejo para saber cómo se apoderarían con cautela de Jesús, y le harían morir. Y decían: “Es necesario que no sea durante la fiesta, no sea que se levante algún tumulto en el pueblo”» (Mt 26, 3-5; Lc 22, 1-2).
Se trata entonces, no de la deliberación acerca de si se lo apresaba o asesinaba, sino del momento prudente para hacerle morir.
¡Crucifícalo!: Análisis histórico-legal de un deidicio
Javier Olivera Ravasi
