Usando números imaginarios para la variable del tiempo Hawking elimina la singularidad espacio- temporal para el origen del universo, pero también elimina con ello la diferencia entre tiempo y espacio en las ecuaciones que describen el universo. Citemos sus propias palabras: “Para los propósitos del cálculo hay que medir el tiempo utilizando números imaginarios en vez de reales. Esto tiene un efecto interesante sobre el espacio- tiempo: la distinción entre tiempo y espacio desaparece completamente”. A partir de allí Hawking deduce que el tiempo se vuelve imaginario antes de los 10 a la menos 43 segundos del origen del universo y que, por tanto, desaparece la singularidad. De esta manera, el espacio- tiempo en esta región temprana sería geométricamente análogo a un globo terráqueo. Cualquier punto que uno escoja sobre él para que sea el punto “inicial” o “el principio”, tal como el Polo Norte, sería realmente igual a cualquier otro punto en la superficie de la esfera. En otras palabras, no constituiría un borde o límite a esa superficie. Así, en el modelo de Hawking, el pasado sería finito, pero sin límite. Y lo mismo valdría para el tiempo puesto que el tiempo imaginario no es distinguible del espacio. De este modo, llega a la conclusión de que “espacio y tiempo pueden formar una superficie cerrada sin frontera” y que, por ende, el universo es autosuficiente y no necesita de un Dios que lo sustente. “Si el Universo es realmente autocontenido, si no tiene ninguna frontera o borde, no tendría ni principio ni final: simplemente sería. ¿Qué lugar queda, entonces, para un Creador?”
¿DIOS EXISTE?: El libro que todo creyente deberá (y todo ateo temerá) leer. Dante A. Urbina
