Por su abandono a la Providencia y su devoción a María, tendrás las alas plateadas de la paloma, es decir la pureza de la doctrina y de las costumbres. Y su espalda, dorada, es decir una perfecta caridad con el prójimo para soportar sus defectos, y un gran amor a Jesucristo para llevar su cruz
Súplica ardiente para pedir misioneros (S. Luis M. G. de Montfort)
