Santo Abandono, No te alejes de mi Señor


Salmo

29:7 Al sentirme seguro me decía: «Jamás vacilaré».

29:8 Tu favor, Yahvé, me afianzaba más firme que sólidas montañas; pero luego escondías tu rostro y quedaba todo conturbado

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

Deja un comentario