Mi sangre es tuya

Tengo vocación de apóstol… Quisiera recorrer la tierra, predicar tu nombre y plantar tu cruz gloriosa en suelo infiel. Pero Amado mío, una sola misión no sería suficiente para mí. Quisiera anunciar el Evangelio al mismo tiempo en las 5 partes del mundo, y hasta las islas más remotas… Quisiera ser misionero no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y seguir siendo hasta la consumación de los siglos…
Pero, sobre todo y por encima de todo, amado Salvador mío, quiero derramar por ti, hasta la última gota de mi sangre
Historia de un Alma

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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