
El mismo Señor dijo por boca del profeta Ezequiel
Derramaré sobre vosotros un agua pura, y todas vuestras manchas serán borradas
Esta agua purificadora tuvo su origen en el Sagrado Corazón de Jesús, de donde brotó al golpe de la lanza del centurión, según estas palabras proféticas de Zacarías
Una fuente será abierta en la casa de David para lavar las manchas del pecador
De esta fuente sagrada sale en la Misa la preciosa Sangre, que es el agua misteriosa, a la cual todos pueden acercarse para apagar su sed y purificarse. !Cuán dichosos somos de que brote con esa inagotable abundancia, y que sea accesible a todos?
En el Apocalipsis dice San Juan
Venir los que tenéis sed, y bebed
y vosotros, los desheredados de la fortuna, venid también a beber como los demás.
El profeta y el apóstol sabían con qué facilidad recobraran la gracia las almas que se bañan en esa agua verdaderamente maravillosa, de la cual una gota basta para dejarnos limpios y hacernos accesible el reino de los cielos. ¿Será posible que no nos apresuremos a ganar tanto?
Explicación de la Santa Misa (R Padre Martin de Cochem) año 1630 – 1712