(San Alfonso María de Ligorio)
Esta sola frase de San Alfonso María de Ligorio es suficiente para mostrar la importancia capital de la oración: es requisito indispensable para la salvación.
En otras palabras, toda persona que quiera llegar al cielo debe orar y orar bien. Hay cosas opcionales en la vida espiritual; una persona podría tener más afinidad a una espiritualidad que a otra, siempre y cuando éstas sean católicas, podría tener más devoción a un santo que a otro, podría gustar más de una práctica de piedad que de otra. Sin embargo, el hacer oración no es una opción.
Es un llamado universal de Dios: «Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración.» (Catecismo 2567) «Dios llama siempre a los hombres a orar.» (Catecismo 2569)
