5 vias Santo Tomás de Aquino
3 vía, consideración
El universo no requiere de ningún Creador que lo sostenga porque tiene en sí mismo completitud ontológica. En efecto, como bien ha demostrado el astrofísico británico Stephen Hawking, es universo no tiene ninguna frontera o borde, ni principio ni final: simplemente es. Luego, no se prueba la conclusión de la tercera vía.
Como puede verse, el único sustento que da esta objeción para afirmar la completitud ontológica del universo es la teoría cosmológica de Hawking de un universo cerrado y sin frontera. Por tanto, sin más preámbulos, comenzaremos a analizarla. Tal vez podamos entender mejor el planteamiento de Hawking contrastando su modelo con el modelo corriente del Bing Bang. Como ya explicamos en el capítulo anterior, en el modelo estándar, el universo brotó de una singularidad inicial que marcó el origen de toda materia y energía junto con el espacio y tiempo físico mismos. Nada existía antes de este punto. Sin embargo, como escribía Hawking, “a mucha gente no le gustó la idea de que el tiempo haya tenido un principio, probablemente porque sonaba a intervención divina” (13). Curiosamente una de esas personas fue él mismo. De ahí que el foco de atención de sus investigaciones haya pasado, como él mismo deja entrever en la mencionada obra, del estudio de la singularidad espacio- temporal a la construcción de su famoso modelo cuántico. Hawking tiene la esperanza de que introduciendo física cuántica en la descripción de la etapa más temprana del universo, es decir, los 10 a la menos 43 segundos después del Big Bang, uno puede eliminar la singularidad. A fin de lograr esto, sin embargo, Hawking debe introducir números imaginarios para la variable del tiempo en sus ecuaciones, es decir, números como raíz de -1. “Solamente si pudiésemos hacernos una representación del universo en términos del tiempo imaginario no habría ninguna singularidad”, escribe
¿DIOS EXISTE?: El libro que todo creyente deberá (y todo ateo temerá) leer. Dante A. Urbina
