El advenimiento del anticristo
Consta también en la Sagrada escritura (2 Tes 2,3-11; 1 Jn 2,18.22). Pero es muy misteriosa la naturaleza del anticristo. Atendiendo a su significación verbal, podrá entenderse por tal cualquier manifestación del espíritu anticristiano: el pecado, la herejía, la persecución, etc.
Ello justificaría plenamente y a la letra la expresión de San Juan que afirma que el anticristo se halla ya en el mundo (1 Jn 4,3). Pero entre los santos padres y teólogos posteriores prevaleció la creencia de que será una persona individual, que desplegará – permitiéndolo Dios- un gran poder de seducción con falsos prodigios, que engañarán a muchos. Finalmente, será vencido y muertos por Cristo con el aliento de su boca (2 Tes 2,8), o sea, con la simple manifestación de su divina voluntad
