Aunque este detalle es menos conocido, la circuncisión femenina también se reintrodujo en el mundo anglófono del siglo XIX con fines similares, (disminuir el libido) pero su práctica cesó a inicios del siglo XX, con excepción de Estados Unidos, donde se mantuvo hasta la década de los 50. La circuncisión masculina se mantiene hasta nuestros días en los países anglófonos, mientras que la femenina, incluso en formas menos agresivas que la masculina, está prohibida por ley.
El mundo occidental continúa defendiendo la práctica por razones religiosas o médicas, pero el argumento de controlar la sexualidad masculina pervive actualmente en el mundo musulmán, como Dr. Aldeeb Abu-Sahlieh menciona en su obra (p. 232-234).
Teniendo además en cuenta que hay muchas culturas donde la circuncisión femenina no es practicada pero sí la masculina, no es posible afirmar que la femenina es moral o ideológicamente más problemática. Una vez más, animo a que tanto la circuncisión masculina como la femenina se traten en el mismo contexto y ambas sean igualmente condenables cuando se realizan sobre personas menores de edad incapaces de dar su consentimiento y sin necesidad médica
Dr. Aldeeb Abu-Sahlieh
