El tierno abrazo entre progresismo y capitalismo



La lógica cultural progresista se lleva muy bien con la sociedad de consumo. Las tradiciones, las costumbres, las jerarquías y las normas ralentizan el estado permanente de excitación y recambio que está en la base del hiperconsumo. El homo festivus (Philippe Muray dixit) siempre es un mejor cliente que el amargado homo laborans del viejo capitalismo de producción; ni que decir tiene del homo religiosus del viejo orden. Así, lo que en 1968 pudo resultar subversivo, a estas alturas se muestra como la lógica misma del sistema vigente. Los placeres en Foucault, el deseo en Deleuze y Guattari, la desublimación en Marcuse. Liberar el placer, liberar el deseo, liberar la s3xualydad, se convierten en un abrir y cerrar de ojos en orgyª de consumo; y, por ello mismo, se convierten en la ideología favorita del orden establecido: la transgresión como rutina; la «emancipación» como mercancía; la fiesta como revolución. ¿O no se constituyó el eslogan «Disfrutar sin trabas» en una de las más célebres consignas de 1968?

La deconstrucción de las identidades, o la radical desidentificación con cualquier carácter heredado (social o biológico), que es lo mismo, invita a continuación al shopping identitario y a las identity politics, con las que es posible llevar todavía más consumidores de rebeldías al shopping identitario. ¿A quiénes han beneficiado las «teorías de g3ner∅», si no en primer lugar a los proveedores de «terāpias horm⁰nales crvzadas» y a los proveedores de cirugías plásticas? ¿A quién beneficia la movida ab∅rtįsta si no, en primer término, a las industrias que venden ªbortōz, y que contratan a una figura «rebelde» como Miley Cyrus para sus publicidades? ¿Qué deja el LgG1BdT, si no lo que los mercados ahora denominan «Dinero Rosa», además de un ejército de burócratas del «g3ner∅», la «inclvsión» y la «dyv3rsidåd» llenándose los bolsillos? ¿Por qué tan solo un día, y no más bien un mes, un pryde mønth, para seguir haciendo correr el dinero rosa y continuar la expansión del funcionariado multicolor? ¿Y a quién beneficiará el actual reinado transformista, la actual antropología de lo trâns, si no al futuro (¿o actual?) mercado trānshūmanįsta? Las tablas rasas que «construyen» sus «identidades» en busca de la «autoexpresión» desentendida de las «imposiciones sociales», y que las cambian además al ritmo de la moda, se constituyen en el consumidor perfecto. Y así, toda empresa en general, y toda multinacional en particular, estará siempre a la caza de estas tablas rasas, para mimarlas, para consolarlas en su presunta «oprēsiōn», y siempre listas para ofrecerles sus productos acompañados de la simbología de ocasión (banderas multicolor, consignas tipo «Blåck L]v3s M@tter», puños feminystäs, eslóganes ambìentąlistas, guiños multiculturales y corrección política al por mayor). Esto no quiere decir necesariamente que los magnates que financian la izquyerdā cultural tengan todo esto en vista cuando desembolsan. Lo que quiere decir es que, si los financian, es porque no suponen un estorbo real para el sistema. Pero sí que pueden resultar un estorbo político para determinados gobiernos o administraciones a las que determinados magnates pueden querer perjudicar. Además, pueden resultar funcionales a agendas biopolíticas que determinados ingenieros sociales procuran impulsar, como la de nåtalidâd y demografía. Y pueden resultar, desde luego, una buena oportunidad para mostrar «sensibilidad s0cial», «filantrōpíã» y «compromiso con las m]noryas»: elementos infaltables del cool marketing.

*La cantante pop realizó en su cuenta de Instagram una producción fotográfica auspiciada por Plªnn3d Pãr3nthôöd en defensa del ab0rtä, promocionando en el pie de imagen a la red de clínicas abortistas.

«Qué es el «Dinero Rosa» y cómo beneficia a la economía mexicana», Infobae (2 junio 2021), https://www.infobae.com/america/mexico/2021/06/02/que-es-el-dinero-rosa-y-como-beneficia-a-la-economia-mexicana/

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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