Frecuentemente me combatieron desde mi juventud (Sal 128, 1)…

Frecuentemente me combatieron desde mi juventud (Sal 128, 1)… La Iglesia existe desde antiguo.. En algún tiempo existía sólo la Iglesia en Abel, el cual fue vencido por el perverso. hermano Caín (Gén. 4, 8). En algún tiempo existió sólo en Enoc, el cual fue arrebatado de los inicuos (Gén 5, 24). En algún tiempoSigue leyendo «Frecuentemente me combatieron desde mi juventud (Sal 128, 1)…»

Ideas erróneas sobre Dios

Y éste es el virus de los tres mencionados errores; es decir, de los que razonan de Dios según la carne, de los que sienten según la criatura espiritual, como lo es el alma, y de los que, equidistantes de lo corpóreo y espiritual, sostienen opiniones sobre la divinidad tanto más absurdas y distanciadas deSigue leyendo «Ideas erróneas sobre Dios»

Debes humillarla y entonces te será muy útil

Debes humillarla y entonces te será muy útil Evangelio según san Mateo, 10: 37- 39 «El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí: y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí; y el queSigue leyendo «Debes humillarla y entonces te será muy útil»

Busca a aquellos a quienes él ama mucho

Busca a aquellos a quienes él ama mucho, Evangelio según san Mateo, 10: 34- 36 «No creáis que he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la espada, porque yo he venido a separar al hombre de su padre, y a la hija de su madre,Sigue leyendo «Busca a aquellos a quienes él ama mucho»

San Francisco de Asís, el santo que tenía a la Dama Pobreza como su amada

Tenía un cuidado enorme por la belleza y el decoro de los templos, como leemos en sus Florecillas: En cierta ocasión, cuando vivía en Santa María de la Porciúncula, siendo todavía pocos los hermanos, iba el bienaventurado Francisco por los pueblos y las iglesias de los alrededores de Asís predicando y exhortando a los hombresSigue leyendo «San Francisco de Asís, el santo que tenía a la Dama Pobreza como su amada»

La libertad de predicar la verdad

La libertad de predicar la verdad Evangelio según san Mateo, 10: 32- 33 «A todo el que me confesare, pues, delante de los hombres, también le confesaré Yo delante de mi Padre, que está en los cielos; y al que me negare delante de los hombres, también le negaré Yo delante de mi Padre, queSigue leyendo «La libertad de predicar la verdad»