San Pablo también habla de este fuego purificador. Es el fuego de aquellos que se salvan al final y no se condenan. Pablo dice que el fuego es su misma salvación, porque les libra de los pecados con los que no podrían entrar en el cielo. La explicación de Pablo es rica y extensa:
Las obras de cada hombres quedarán de manifiesto; porque el dia las iluminara, porque se revelaran con el fuego, y el fuego testificará que clase de obras ha realizado cada uno Si lo que el hombre ha edificado perdura sobre su fundamento, recibirá recompensa. Si por el contrario, arde y se consume, sufrirá la pérdida aunque él mismo será salvado, pero solo por medio del fuego
el fuego salvífico es lo que los católicos llamamos purgatorio
