El Santísimo Nombre de Jesús, invocado por los fieles desde los comienzos de la Iglesia, principió a ser venerado en las celebraciones litúrgicas en el siglo XIV. Por su parte san Bernardino de Siena y sus discípulos propagaron este culto a lo largo y ancho de Italia y de Europa. Como fiesta litúrgica se introdujo en el siglo XVI. Y en 1530 el papa Clemente VII concedió por vez primera a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús
