Demostraciones de la existencia del espíritu


El argumento de la trascendencia al mundo natural

Se observan en el hombre un conjunto de actos y manifestaciones que trascienden la sola dinámica del mundo natural: La veracidad de esta premisa resulta patente desde el momento en que comprendemos el solo concepto de “civilización”. En efecto, la especificidad del desarrollo del ser humano a través de la historia no solo se da en que en sus muchas formas y manifestaciones trascienda el mero mundo natural por medio de lo que llamamos cultura, sino también en que puede conocer sus leyes en virtud de lo que denominamos ciencia y hasta aplicarlas consciente y controladamente por medio de la tecnología para la consecución de fines alternativos, que es justamente lo que constituye la economía.

Pero si el hombre no fuera más que materia no podría de ningún modo trascender tal dinámica: Es un principio metafísico establecido que ningún ser puede trascender su propia naturaleza por sí mismo. Por tanto, si el hombre no fuera más que un mero ser de la naturaleza de ningún modo podría trascenderla ya que en ese caso su acción y dinámica estarían plenamente determinadas por el instinto. Sin embargo, ese no parece ser el caso pues, mientras “las golondrinas construyen hoy sus nidos del mismo modo en que los construían hace dos mil años” y “los castores edifican (…) sus habitaciones al margen de los ríos tal como las edificaban los primeros castores”, en el hombre se observa un progreso continuo y trascendente no solo en arquitectura sino también ciencia, tecnología, artes, humanidades y demás aspectos.

En consecuencia, debe haber en él un sustrato ontológico inmaterial que le permita realizar ello: El hombre es un ser de la naturaleza, claro está. Pero, como acabamos de ver, también realiza operaciones y exhibe manifestaciones que trascienden la sola dinámica de esta. Por consiguiente, es necesario postular que hay en él un sustrato ontológico o cualidad que le faculta para ello; siendo que dicha cualidad no puede ser material porque si así lo fuera estaría del todo sometida a las leyes de la naturaleza.

Este sustrato ontológico inmaterial es el que todos conocemos con el nombre de espíritu: Ello resulta así desde que, para nuestro lenguaje, la formulación “el hombre es un animal que trasciende la naturaleza” equivale a la formulación “el hombre es un animal espiritual”. 5. Luego, el espíritu existe

Dante A. Urbina
¿CUÁL ES LA RELIGIÓN VERDADERA?: Demostración racional de en cuál Dios se ha revelado

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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