Evangelio según san Mateo, 6: 28- 30 «: Y por qué andáis acongojados por el vestido? Considerad los lirios del campo cómo crecen, no trabajan ni hilan: os digo, pues que ni Salomón con toda su gloria fue cubierto como uno de éstos. Pues si al heno del campo, que hoy es, y mañana es echado en el horno, Dios viste así, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?» (vv. 28-30)
Después que demostró a sus discípulos que no era conveniente andar solícitos con el alimento, pasó a otra cosa más sencilla. No es tan necesario el vestido como el alimento, y por ello dice: » Y por qué andáis acongojados por los vestidos?» No usa aquí del ejemplo de las aves, para citar como ejemplo el pavo real o el cisne, de quienes se podrían tomar ejemplos parecidos, sino que usa del ejemplo de los lirios, diciendo: «Considerad cómo crecen los lirios del campo»
Quiere demostrar con estas dos cosas la sobreabundancia de sus dones, a saber, con el derroche de hermosura y la vileza de los que participan de tanto decoro
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom 22,1
