Los manuales elementales de historia «for dummies» (como dicen los ingleses «para tontos») nos han contado que la empresa de Colón fue para buscar especias. Esto es: los marineros habrían viajado dos o tres meses de ida y dos o tres meses de vuelta para poder condimentar las pizzas genovesas o agregarle canela a los capuchinos italianos.
Esta historia basada en motivos gastronómicos, aunque parezca increíble por lo ridícula, ha pasado a nuestros libros escolares con toda seriedad y así, nos dicen, el Descubrimiento se hizo para dar con el «Camino de la Especiería» <En qué documento consta esta idea…?> Podemos buscar y bucear en las bibliotecas de la época y solo con suerte encontraremos que algún que otro marino aprovechó los viajes para traerse un poco de jengibre… Es verdad que «también» podrían haber encontrado condimentos en las islas orientales pero esto no es suficiente para atribuírselo como causa tamaña empresa pues nadie iba a internarse en el famoso «Mar Tenebroso» (así se llamaba al Océano Atlántico en lo que va desde las costas portuguesas hasta las americanas) para que sus comidas estuviesen más sabrosas.
Entonces… .qué buscaban Colón y sus hombres cuando zarparon del famoso puerto de Palos allá a mediados del año 1492? «iji Oro, oro, oro…!», dicen los marxistas y en realidad no se equivocan aunque tampoco dicen toda la verdad. Para hacer historia lo mejor es ir a los documentos, cuando los hay más cercanos a la época, ¿Y si le preguntáramos al mismo Colón? En el «Diario» del primer viaje, el 26 de diciembre de 1492, asienta el Descubridor luego de regresar del nuevo mundo: Los que dejo en la isla (Española) reunirán fácilmente un tonel de oro, que encontraré al volver de Castilla, y antes de tres años se podrá emprender la conquista de la Casa Santa y de Jerusalén; que así protesté a Vuestras Altezas que toda la ganancia de esta mi empresa se gastase en la conquista de Jerusalén.
Es decir: había encontrado algo de oro en las nuevas tierras que usaría como «toda ganancia» en la «Conquista de Jerusalén»… Pero continúa.
Cuando constituye el Mayorazgo, el 22 de febrero de 1498, escribe: Al tiempo que yo me moví para ir a descubrir las Indias con intención de suplicar al Rey y a la Reina, Nuestros Señores, que de la renta que de Sus Altezas de las Indias hubieren, que se
determinase gastarla en la conquista de Jerusalén, y así se lo supliqué. Y al dirigirse al Papa Alejandro VI, en febrero de 1502, recuerda que: Esta empresa se tomó con el fin de gastar lo que de ella se obtuvieseben presidio de la Casa Santa de la Santa Iglesia. Después que fui a ella y visto la tierra, escribí al Rey y a la Reina, mis Señores, que durante siete años yo le pagaría cincuenta mil (soldados) de a pie y cinco mil de a caballo en la conquista de ella (la Santa Casa), y durante cinco años otros cincuenta mil a pie y otros cinco mil a caballo, que serían diez mil soldados de a caballo y cien mil de a pie para esto (…). Satán ha impedido que mis promesas fuesen mejor cumplidas. <De qué se trata todo esto?
*Cierto es que a falta de frigoríficos, la carne era conservada en sal, siendo por lo tanto esta necesaria para la población. Sin embargo, los mejores estudiosos del tema han descartado esta hipótesis
ENRIQUE DÍAZ ARAUJO, Los protagonistas del descubrimiento de América, Ciudad Argentina, Buenos Aires 2001, 118.
