Jesús renueva el sacrificio de acción de gracias, la Todah, por su propia ofrenda de pan y vino, la Eucharistía. Ciertamente, siempre que vemos a Jesús partiendo el pan, está «dando gracias» (Lucas 24, 30-35; Juan 6, 11)
La fe es razonable (Scott Hahn)
