Del huerto Jesús atado cuál facineroso sacan y a la ciudad lo conducen con un gran rumor y algazara.
A anas lo llevan primero y una cruel bofetada sufrió aquí de un mal ministro. Y a caifás luego lo pasan burlas y afrentas. Dios sufre y calla no así lo haces cuando te agravian
En el sitio más hediondo del zaguán de aquella a casa estuvo Cristo metido hasta allí a la madrugada.
A discreción fue entregado de ruin gente desalmada que hicieron (con el crueles) villanias desusadas
Dándole golpes y bofetadas con mil salivas su fas manchaban
De quietud aquellas horas que tú duermes y descansas tu Dios de oprobios y afrentas padeciendo está sin tasa
Pues vendándole los ojos bofetones le descargan diciéndole que adivine quién el que te lo maltrata
Paciente sufre,
no habla palabra
no asi las penas
Sufrido aguantas
