La Fraternidad masónica



Pero para ver la tolerancia «fraternal» de la revolución, habría que volver a lo sucedido en la revuelta de La Vendée. «Fraternidad» viene de frater («hermano») ¿cuándo se era tal? Solo cuando se seguían los nuevos «principios revolucionarios», de lo contrario se pasaba a ser «enemigo» como decía Rousseau:

«En lugar de reorganizar, hace falta comenzar por limpiar el aire y apartar los viejos materiales, o sea, a los vendeanos fecalizados»

Según lo expuso el filósofo ginebrino en su famoso Contrato Social los hombres nacemos libres, buenos e iguales y por un «pacto social» (constitutivo artificioso de la sociedad) la masa declina sus derechos en favor de algunos para ser gobernados; quien no estuviese de acuerdo con ello, quedaría excluido de la sociedad, perdiendo toda bondad libertad e igualdad natural y convirtiéndose en

«seres abominables que tienen todavía las costumbres cristianas»-según decía. Unos años antes, Voltaire había declarado sin censura previa que los católicos eran «los judios de Francia». La persecución por el hecho de pensar «distinto» tuvo como fin principal la eliminación del pueblo católico fiel a la monarquía. Sin embargo, la cacería-en teoría- también se dio contra otras esferas populares. Para Voltaire, por ejemplo, una «horda de judíos invadía Francia» pues eran los hijos de Abraham «aquel pueblo cuyas mujeres en el desierto, mantenían relaciones sexuales con los machos cabríos por causa del mal olor que despedían» .

Y decía más: «no se ve en toda su historia ni una sola acción generosa.. ni conocen la hospitalidad ni la liberalidad, ni la clemencia… Su bien más alto consiste en practicar la usura con los extranjeros.. Asesinan a sus patrones…y no perdonan jamás
cuando son banqueros, siendo enemigos del género humano Ninguna ciencia, ningún arte ha perfeccionado a esta nación atroz» ;en fin, no continuamos con las citas porque no gozamos de tanta impunidad como su autor. Como habíamos dicho antes, la guerra contra los «hermanos separados» (los contrarios al nuevo régimen republicano) no era una mera guerra «civil».

Los fieles a Dios y al rey no podian ser considerados ni «civiles» ni ciudadanos sino literalmente bestias. La mentada «fraternidad» solo podía darse, por su parte, entre los del partido. El resto eran de otra especie, como decía Voltaire: «los monos, los elefantes y los negros, parecen estar dotados de una pizca de razonamiento imperfecto; pero sin duda, es el elefante el más inteligente entre ellos». En fin, las citas son inacabables. La miserable concepción acerca del hombre que tenían estos «filósofos» y la hipocresía respecto a sus ideas terminan por asquear al estudioso más neutral.

Pero veamos como botón de muestra un caso para ilustrar la «fraternidad» y el «amor a la humanidad» de los dirigentes revolucionarios. En la «Declaración de los derechos del hombre»

XAVIER MARTIN, op. cit

capítulo 7 de JEAN SÉVILLIA titulado «Les Lumières et la tolerance», en Historiquement correct 155-175

XAVIER MARTIN, Voltaire meconnu. Aspects cachés de l’humanisme des Lumières (1750-1800), Dominique Martin Morin, Bouère 2006, 208

VOLTAIRE, Essai sur les Moeurs et l’Esprit des Nations, Didot, Paris 1805,t.2 83; y continúa: «en todos los tiempos, los judíos han desfigurado la verdad por medio de fábulas absurdas» (ivi, t. 5, 74-76)

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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