El libertarismo



considerado más allá de su teoría de la justicia, puede moverse a izquierda o derecha dependiendo de su posición respecto de la autoridad en general y las instituciones comunitarias. Por eso existe un libertarismo de cuño progresista que, si bien a priori detesta la intervención del Estado en la economía, se opone en verdad a todo principio de autoridad y mira con simpatía cualquier fenómeno ideológico (aún promovido estatalmente) que pulverice instituciones y tradiciones. Por ejemplo: las
causas LdGgBbT, f3minístas y de g3ner0. O también las causas multiculturales, globalistas y de inmigración descontrolada. Pero al mismo tiempo existe un libertarismo que separa con claridad su aversión al Estado respecto de otras formas de autoridad propias de la vida social, y reivindica la función social y política de los cuerpos intermedios y las tradiciones, rescatando en muchas ocasiones la particularidad frente a la universalidad. Desde la década de 1980, estas posiciones fueron conocidas como <paleolibertarismo>, y plantearon alianzas
estratégicas con <paleoconservadores>. De hecho uno de sus principales mentores, Murray Rothbard en el lapso de pocos años pasó de un libertarismo que coqueteaba con las izquierdas norteamericanas a fundar el paleolibertarismo con consignas muy parecidas a las utilizadas por Donald Trump varias décadas después. Es sintomático que Rothbard se hubiera asqueado de los libertarios de izquierdas por el odio que estos últimos manifestaban contra todo lo que revistiera un principio de autoridad

El liberalismo de derechas es más propenso a hallar legítima la autoridad de las instituciones tradicionales, como la familia o las iglesias, mientras que el liberalismo de izquierdas confiere más fácilmente legitimidad al Estado en sus proyectos que disolución de aquellas instituciones. El Estado moderno (y, más aún, la orgía de Estados que llamamos Organizaciones Internacionales), para el liberal de izquierdas, siempre será mejor que cualquier autoridad tradicional, mientras que un liberal de derechas tenderia a opinar lo contrario

AGUSTÍN LAJE. LA BATALLA CULTURAL REFLEXIONES CRÍTICAS PARA UNA NUEVA DERECHA

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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