
— Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien
— La “regla de oro”: “Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros” (Mt 7,12; cf Lc 6, 31; Tb 4, 15)
— La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: “Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, pecáis contra Cristo” (1 Co 8,12) “Lo bueno es no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad” (Rm 14, 21).