Jesucristo nació del cuerpo virginal de la Santísima Virgen. En la misa, nace a la voz del sacerdote. Cuando éste pronuncia la última palabra de la consagración, tiene al niño Jesús en sus manos tan verdaderamente como lo tenia Maria. En testimonio de su fe, hace la genuflexión, adora a su Dios, lo elevada por encima de su cabeza y lo muestra al pueblo. La Virgen María presenta a su Hijo recién nacido envuelto en pañales para que lo adoren; el sacerdote también presenta a los fieles a Cristo Niño bajo su apariencia del pan, para que todos le reconozcan por su Señor
Romanos 14:11 pues dice la Escritura: ¡Por mi vida!, dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios.
