Evangelio según san Mateo, 3: 13- 15 Entonces vino Jesús de Galilea al Jordán a donde estaba Juan, para ser bautizado por él. San Juan se lo estorbaba, diciendo: «Yo debo ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?». Respondiendo Jesús, le dijo: «Déjame ahora. Así conviene que nosotros cumplamos la justicia»; y entonces se lo consintió. (vv. 13- 15)
Vino a este bautismo para que, aquél que había tomado la naturaleza humana, pudiese llenar plenamente todos los secretos de la misma naturaleza. Porque aunque El no era pecador, tomó sin embargo la naturaleza pecadora. Por lo tanto, aunque por sí mismo no necesitaba el bautismo, la naturaleza carnal de otros lo necesitaba
Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 4
