Evangelio según san Mateo, 5: 5- 5 «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados». (v. 5)
Se llaman llorantes, no los que se entristecen llorando la orfandad o las afrentas u otros daños, sino los que lloran sus pecados
San Hilario, in Matthaeum, 4
