de los individuos ahora se puede conocer -mediante sus búsquedas y comportamientos en Internet, y a través de algoritmos deductivos, inductivos y predictivos–los gustos, deseos, aspiraciones, relaciones, actitudes, expectativas comportamientos y mucho más. Esta información fue bautizada como <información de perfil de usuario*.
Apareció entonces una <física de los clics>, una carrera por mejorar la manera en que, apartir de esos datos, se podían identificar y anticipar demandas e incluso inducir comportamientos específicos. En efecto, empezaba a ser posible predecir qué publicidad generaría interés a determinados usuarios y, por lo tanto, podía hallarse la mejor manera para venderles distintos productos y servicios según fuera el caso. Este fue el diferencial de Google, del que proviene la inmensa mayoría de sus ingresos hasta el día de hoy, y que
rápidamente fue tomado como modelo por las corporaciones digitales que vinieron tras ella.
Pero la economía digital no puede reducirse a las corporaciones digitales. El dato se va convirtiendo en la materia prima del sistema económico en general. Así, cada vez más empresas, más negocios, más procesos productivos y distributivos, y más procedimientos laborales necesitan de datos masivos, debidamente computados por las tecnologías
digitales. Con ellos, es posible optimizar la producción, adaptarse rápidamente a los cambios de la demanda, sentar las bases para la innovación, controlar a los empleados, notificar a los clientes, ampliar la base de clientes, dirigir con precisión la publicidad, coordinar con distribuidores, articular a trabajadores deslocalizados, anticipar riesgos, automatizar controles de rutina, automatizar controles de seguridad, respaldar operaciones de recursos humanos tales como la selección, la promoción o el despido, etcétera
*<En 2016, un 89% de los ingresos de su compañía matriz, Alphabet, procedían de los programas de publicidad dirigida de Google> (Zuboff, La era del capitalismo de la vigilancia, p.
*Se puede pensar, por ejemplo, en la empresa hiQ, que comercializa servicios para predecir la estabilidad laboral de los propios empleados. Esta herramienta, que analiza las redes sociales y distintos datos públicos de los empleados, Calcula a la postre la probabilidad de que este abandone su trabajo
