En qué creían los Aztecas? «Dime en qué crees y te diré quién eres», suele decirse. Los antepasados de Monteczuma, lejos de ser los precursores del «amor y paz» de los años 60 de la New Age moderna, eran cultores de la guerra y la sangre. Para los aztecas había un conflicto bélico perpetuo que se desataba en el cielo y descendía hasta la tierra: el sol, al levantarse, expulsaba con sus rayos a la luna y a las estrellas trayendo el nuevo día, pero al caer la tarde moria y solo era revivido si los aztecas, «el pueblo del sol», ofrecía a su dios sangre humana, «la sustancia de la vida»
Para corroborar estos dichos, basta solo con visitar el Museo Nacional de México donde se conserva la «piedra calendario» cuyo diámetro excede los 3m. y donde se representa la historia del mundo y la Guerra Sagrada entre las fuerzas opuestas de la naturaleza. A la vista se puede percibir, en el centro de la figura, cómo el sol abre desmesuradamente la boca y con la lengua sedienta reclama la sangre victimaria.
Se trataba de «alimentar al sol», fuente de la luz; para ello los mozos del cruento banquete eran los mismos funcionaros del gobierno. Como señala el admirador de los indios Von Hagen «el gobierno azteca se hallaba organizado del principio al fin para mantener los poderes del Cielo y obtener su favor con cuantos corazones humanos era posible conseguir»
V. VON HAGEN, op. cit, 162
