Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo» (Rm 8, 19-23)
