Cuando San Maximiliano Kolbe tenía doce años, se le apareció la Santísima Virgen, ofreciéndole una corona blanca de pureza y una corona roja de martirio. Aceptó humildemente ambas coronas. Su devoción a María lo inspiró a fundar la Milicia Inmaculada. Después de ser encarcelado en Auschwitz, se ofreció como voluntario para ocupar el lugar de un extraño que había sido condenado a muerte. Kolbe siguió siendo un faro de esperanza y fe para los demás prisioneros en el campamento, guiando las oraciones a Nuestra Señora. Después de dos semanas de hambre, sed y abandono, Kolbe fue el último de los diez en morir. Fue asesinado por inyección letal. Poco después de su muerte fue nombrado el santo patrón de los drogadictos. Debido a la devoción de Kolbe a María y al don de la pureza, es prometedor que su oración ayude a las personas a superar la nueva droga de la sociedad: la pornografía
¿Pornografía?
Publicado porpaquetecuetePublicado en Amor, Católico, Confesión, Corporales, Dios, Espíritu Santo, Huella Cristiana, Jesucristo, Obras de Misericordia, Regalo de Dios, Sacramentos, Santísima Trinidad, Santos, Trabajo, Una Santa Católica y Apostólica, Vida
Publicado por paquetecuete
Cristiano Católico Apostólico y Romano Ver más entradas
