Recuerda que Nuesro Señor se ofrece Él mismo por tí, colocándose como Mediador entre tu debilidad y la justicia divina, deteniendo el castigo a que te haces acreedor diariamente por tus pecados.
Si recuerdas esto con frecuencia acudirías al Santo Sacrificio
Suspirarías por tener la dicha de participar en este Beneficio.
Cúan devotamente asistirías y cómo sufrirías si se te privasen de esta felicidad
Te expondrías a tener mil pérdidas en tus bienes temporales antes de resignarte al perjucio que resultaría a tu alma con esta omisión.
