El gallo que cantó a PedroUn gallo impertinente

Y en seguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo afuera, lloró amargamente» (Mt 26, 74-75). Hay que atrapar de nuevo aquel gallo. Aunque sea molesto, insoportable, embarazoso. Mejor dicho, precisamente porque es fastidioso. Y por favor, que nuestra hipocresíaSigue leyendo «El gallo que cantó a PedroUn gallo impertinente»

Solo el teísmo

al postular la objetividad de los valores.morales en el ser de Dios y plantear la espiritualidad (y, en consecuencia, la libertad) del hombre, puede dar juicios de ese tipo y a ese nivel. Claro que el ateo puede hacer juicios morales, porque de todas maneras es una criatura creada por Dios con esa capacidad enSigue leyendo «Solo el teísmo»

¿Podemos estar seguros de la existencia de los milagros?

– Siempre ha habido milagros en la lglesia, y la existencia de estos milagros jamás ha tenido tanta certeza como hoy, donde se puede, gracias a los conocimientos y medios de investigación científica, excluir las explicaciones naturales con mucha más facilidad que antes. La autosugestión y la alucinación no tienen lugar aquí. Una multiplicación deSigue leyendo «¿Podemos estar seguros de la existencia de los milagros?»

¿Cuáles son las consecuencias de la inmortalidad del alma?

Así como se conoce el árbol por sus frutos, se conocen los dogmas verdaderos por los buenos frutos que producen. La creencia en la inmortalidad del alma produce excelentes frutos: es para el hombre consuelo en la desventura, móvil de la virtud, fuente de los mayores heroísmos. Por el contrario, la negación de la inmortalidadSigue leyendo «¿Cuáles son las consecuencias de la inmortalidad del alma?»

Los deseos y las aspiraciones del alma, ¿prueban que es inmortal?

Sí; el deseo natural e irresistible que tenemos de una felicidad perfecta y de una vida sin fin prueba la inmortalidad del alma; porque este deseo no puede ser satisfecho en la vida presente y, por lo mismo, debe ser satisfecho en la vida futura; si no, Dios, autor de nuestra naturaleza, se habría burladoSigue leyendo «Los deseos y las aspiraciones del alma, ¿prueban que es inmortal?»

¿Quiénes niegan la libertad del alma?

Los fatalistas, los positivistas y ciertos herejes. Los antiguos fatalistas atribuían a una divinidad ciega, llamada hado (del latín fatum), todas las acciones del hombre. Aun hoy, los mahometanos dicen: Estaba escrito; es decir, todo lo que acontece debía necesariamente acontecer. En nuestros días, los positivistas caen en el mismo error, al decir que nuestraSigue leyendo «¿Quiénes niegan la libertad del alma?»

El argumento de la milagrosa expansión del Cristianismo

Enunciación: La cuarta vía para mostrar la veracidad de la religión cristiana se basa en el claro carácter milagroso de la expansión inicial del Cristianismo y se estructura como sigue: 1. Si una religión exhibe singularmente una clara “ayuda divina” en su expansión inicial, debe ser la religión verdadera. 2. Teniendo prácticamente todo en suSigue leyendo «El argumento de la milagrosa expansión del Cristianismo»

A la destrucción de la sagrada familia

Lo intentaría, precisamente, en la Unión Soviética tras el triunfo revolucionario del bolcheviquismo. León Trotsky, padre del Ejército Rojo , ya declaraba en Escritos sobre la cuestión femenina, en clara sintonía con Engels, que “cambiar de raíz la situación de la mujer no será posible hasta que no cambien todas las condiciones de la vidaSigue leyendo «A la destrucción de la sagrada familia»

¿Qué te pido?

Hijos: Sacerdotes libres con tu libertad, desprendidos de todo, sin padre, sin madre, sin hermanos, sin hermanas, sin parientes según la carne, sin amigos según el mundo, sin bienes, sin estorbos y aún sin voluntad propia Mc 10,29 Súplica ardiente para pedir misioneros (S. Luis M. G. de Montfort)