Reo de muerte



Los dos escribas no recogieron los votos Ni los jueces votaron uno a uno (Mishná, Cap. IV, nº 3: «a cada uno de los extremos del Sanedrín se coloca un secretario, encargado de recoger los votos. Uno recoge los votos absolutorios y el otro los condenatorios». En ese momento ninguno de los presentes dijo nada (el Evangelio dice todos, omnes, exclamaron: es reo de muerte). En esta sesión nocturna, los dos únicos miembros del Sanedrín (Nicodemo y José de Arimatea) que ciertamente habrían tomado la palabra en defensa del acusado, no estaban presentes. Esto agrava la irregularidad de la sesión, pues era la noche de la Pascua y no se podían juntar

¡Crucifícalo!: Análisis histórico-legal de un deidicio
Javier Olivera Ravasi

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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