por disposición divina
Dios Padre –a pesar de haberle comunicado su poder 3– consintió que no hiciera ningún milagro –al menos portentoso– durante su vida. Dios Hijo –a pesar de haberle comunicado su sabiduría– consintió en que Ella casi no hablara. Dios Espíritu Santo –a pesar de ser Ella su fiel Esposa– consintió en que los apóstoles y evangelistas hablaran de Ella muy poco y sólo en cuanto era necesario para dar a conocer a Jesucristo
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María. Grignion de Montfort, San Luis María
