El odio es algo terrible



Quien odia pierde la gracia de Dios haciéndose semejante a satanás, padre del odio. Es como quien se toma un veneno esperando que se muera la persona a la que odia… ¡es el que odia el que se envenena! El que odia es semejante a una persona que toma un carbón encendido en la mano, esperando que se queme el otro. El rencor es propio de almas pequeñas, limitadas, de corazones estrechos y mezquinos; personas que no han conocido el verdadero amor. Lo curioso es que quien odia sigue dando poder al otro para hacerle daño. En definitiva, quien no perdona se tortura a sí mismo

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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